martes, septiembre 23
Para Neruda, consideró describir claramente desde los primeros versos un mundo lleno de ciertas características que lo hacen ciudad, cines, sastrerías, peluquerías, todos estos pequeñas imágenes que se pueden considerar al capitalismo, todas estas imágenes dice el hablante poético “me hace llorar a gritos…”, para que exista una sastrería debe de aparecer primero la necesidad de una, debe de contener la sociedad dada un grupo de personas que necesiten este tipo de ropa, además de lugares donde usar este tipo de ropa, me estoy adentrando al nivel económico medio, el mundo de él es un mundo sin una intención, una sociedad aunque lleno de rutinas y cosas materiales es un mundo vacío, que poco a poco lo comenzó a cansar, “Sólo quiero un descanso de piedras…”.
Así mismo, el poema además de contener muchas imágenes surrealistas “…Horribles intestinos colgando de las puertas de las casas…”, la civilización organizada tiene sus símbolos religiosos, estos no se escapan al sable del poeta, que en lugar de buscar esa esperanza que dan esos signos, los rechaza y los quiere desvanecer “dar muerte a una monja con un golpe de oreja”, y también no se escapa el ámbito político como un abogado en derecho “asustar a un notario con un lirio”. Pero vamos por pasos, el mundo Neruda habla también de cosas que aunque existen para un fin determinado de nada sirven, habíamos dicho que el mundo del que habla, era un mundo lleno de rutinas, también esta compuesto por cosas intuyes, aparece la imagen de hospitales “…a hospitales donde los huesos salen por la ventana…” la imagen de los huesos es una aliteración a la muerte, los hospitales ya no sirven, ya no sanan a las personas, es tanta la falta de servicios que los muertos son tantos que salen hasta por las ventanas de lo lleno, de lo absurdo. Todo el mundo esta en decadencia y con una falta de utilidad, todo parece inútil porque no puede cumplir su misión.
La perdida del fin o el propósito en las personas, esa enajenación de la realidad y el aferrarse al capitalismo inútil, hace que el hablante poético se frustre, “hay espejos que deberían haber llorado de vergüenza y espanto…” es tan vacía la vida de las personas que ellas mismas no pueden verse en su realidad, sólo los espectadores como los espejos que es el reflejo real de nuestras apariencias tienen derecho de sentir pena por nosotros.
Ese es el mundo del que habla, ese que ha agotado al hablante, lo fue desgastando, se trata de un lugar donde no puede respirar ni vivir, y lo afirma con un tono triste y severo “sucede que me canso de ser hombre…”, se cansa de ser hombre, camina sin rumbo en busca de color de alegría, de allí quizás el nombre del Poema Walking Around (Dando la vuelta), se protagoniza a si mismo, caminando entre las calles frías, observando como el mundo que lo rodea se esta desvaneciendo en una ilusión llamada realidad, y con ello, todas las personas se estan perdiendo y el chileno es el único sobreviviente; existiendo como testigo alegórico y esclavo de lo otros, de la rutina que mata. El hablante no quiere vivir ese mundo, no quiere eso para su existrir: “no quiero para mi tantas desgracias, no quiero continuar de raíz y de tumba…”
Aparentemente aparece un sentimiento negativo hacia las cosas “mundanas”, un rencor y odio para algunas casas, no quiere ver los jardines ni los establecimientos, nada que le recuerde que existe, nada que le recuerde que está viviendo un mundo lleno de grises, toda la poesía contiene una imagen oscura “gris”, desde el final cuando termina declarando “…lloran lentas lágrimas sucias" , todo lastima, la luz del día lunes, “el día lunes arde como el petróleo”, te despierta, llega el día “y me ve llegar como la cara de cárcel”, llena de los mimos, a una prisión llamada vida de la cual no se puede escapar, el saber que la semana va comenzar con la misma mañana llena de rutinas de olor a lluvia seca, da gritos en silencio por la desesperación de la voz poética por escapar. Las imágenes de las dentaduras olvidadas en una cafetera, hace referencia al café bebida quizás mas usada para entablar una conversación, dentaduras quizás la capacidad de hablar que tenemos las personas, todo eso así sido olvidado, ya las personas no hablar, y no hay tiempo para hablar ni lugar, porque se olvido hacerlo, el mundo te consumió.
Las imagen es creativas del momento de la declaración es creativa al mismo tiempo frustrante, hay humedad por todas partes. No menciona en ningún momento el ambiente donde gira el entorno, y sí lo hace va dando hilo de una noche eterna, llena de pájaros color azufre. Pero aun así con todo lo que ocurre alrededor, el protagonista de esta realidad dice tranquilamente: “Yo paseo con calma… … con furia, con olvido” a pesar de la dificultad de estar sobreviviendo a tal presión de la sociedad, sólo queda estar quieto y calmados, dejar que las cosas se vayan olvidando y tener la esperanza del autor; dar gritos hasta morir de frió.
En la poema de Neruda se menciona cuatro veces la misma afirmación “sucede” un dialogo entre el hablante poético y el lector, una característica muy propia del Nóbel, como si estuviera explicando por que se siente así, por que llego a ese punto, “sucede que entre en las sastrerías y en los cines”, “sucede que me canso de mis pies y mis uñas”, “sucede que me canso de ser hombre” (dos veces). Es entonces el sucede una respuesta a las preguntas que no están declaradas, una conversación con el mundo roto, lleno de cosas e utensilios vacíos, en dónde habrá estado el autor al respondernos “Sucede”.
Al principio como un grito de ayuda en una sociedad llena de cosas materiales sigue siendo el mismo rutinario y vacío. Termina siendo una aceptación de la realidad misma, un final trágico de conformismo, aunque no una rendición. Los versos son la tregua del ser humano a la vida misma y la realidad grotesca porque aunque se de cuenta de que su alrededor depende él no lo puede cambiar ni él a su mundo, ni su mundo a él.
Pablo Neruda, falleció en Isla Negra acompañado con su esposa y amiga Matilde, un día como hoy pero de 1973.
Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin Embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapatería con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas...
Etiquetas: otras lecturas
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