jueves, enero 3

Tablada en Haikú

EL MODERNISMO ES EL INICIO de un movimiento sociocultural de renovación, que persistió en ciertas células de la sociedad y se resistió a una etapa de transición hacia la vanguardia. A principios de 1900 la situación político-social Americana fue apropiada para nuevas perspectivas de la literatura, el periodo de las dictaduras, de las revoluciones, el incremento en las comunicaciones.

Rodolfo Mata, es preciso al señalar el contexto donde surgió el modernismo: “La tensión del binomio cosmopolitismo-nacionalismo, como la identidad latinoamericana, la utopía americana, y el problema del subdesarrollo.” (Mata, Las Vanguardias Literarias Latinoamericanas y la Ciencia; Tablada, Borges, Vallejo y Andrade. p.11)

Los modernistas recurrieron a una renovación formal y estilística, particularmente Tablada por medio de sus haikis . La literatura es el vínculo perpetuo y espacial, donde la brevedad se une a lo universal. Es indudable que el autor por medio de la literatura busque expresar sus preocupaciones y sentimientos.
En “Poemas sintéticos” de J. J. Tablada publicado en 1919, es frecuente la laberíntica combinación de las rimas de un amplio vocabulario metafórico, integrado a la naturaleza, a los animales, piedras preciosas, colores, astros y abundantes referencias a otras artes. Esta caracterización hace hincapié del compromiso que Tablada perseveraba del modernismo mexicano.

La crítica considera a J. J. Tablada como el poeta que señaló el rumbo de la poesía mexicana posterior al modernismo. Nacido en la ciudad de México; viajó a principios de siglo a Japón, cultura que influiría a la larga en el rumbo de su poesía y lo convertiría en el introductor de las vanguardias en México.

De acuerdo con Octavio Paz, el haikú se difunde en la literatura occidental desde principios del siglo XX: primero en Francia. En Inglaterra, entre 1908 y 1912 se reunieron varios poetas interesados en el haikú. En España y América, el haikú no resultó una forma extraña, sobre todo por su proximidad con el epigrama, la adivinanza, la seguidilla, que alterna versos de siete y cinco sílabas. El primer poeta hispanohablante que escribe haikús es José Juan Tablada.


Textura del Haikú


Haikú es una composición poética japonesa, palabra "hai" podríamos traducirla como "algo divertido, cómico". En cuanto a la palabra "ku", en su significado estricto podría ser traducida como "estrofa o frase” (poética). Es necesario precisar que la palabra haikai era de origen chino y que tenía como equivalente en el idioma japonés la palabra "kokkei" que significa, humor, ingenio, comicidad etc. Se destaca por su concisión y su poder evocativo. Consta de tres versos no rimados, de cinco, siete y cinco sílabas:

“Umi kurete
kamo no koe
honoka ni shiroshi”

“El mar ya oscuro
los gritos de los patos
apenas blancos.” (Octavio Paz)


Matsuo Bashô
(1644-1694)

El haikú clásico presenta dos imágenes contrastadas, una de las cuales indica el tiempo y el lugar, mientras que la otra ofrece una viva aunque fugaz reflexión. Su combinación logra transmitir una determinada emoción o un estado de ánimo. El poeta no hace ningún comentario, sino que deja al lector que perciba por sí solo la síntesis de las dos imágenes:

“dedemushi no
kashira motageshi
ni mo nitari”

“El caracol
levanta su cabeza:
se me parece” (Antonio Cabezas)


Masaoka Shiki
(1867-1902)

El haikú evolucionó a partir de esta estructura de versos relacionados, conocida como Renga: “Ren” significa ligar, secuencia y “Ga” significa poema, y fue ampliamente utilizado por los monjes budistas Zen durante los siglos XV y XVI. En los doscientos años siguientes, esta forma poética alcanzó su mayor popularidad y éxito. Otros destacados poetas autores de haikú son, además de Bashô, Yosa Buson, Kobayashi Issa y Masuoka Shiki.


J. J. Tablada en haikú


La formación de José Juan Tablada estuvo marcada por acontecimientos históricos que abrieron cauces al México moderno: El Porfiriato, la Revolución Mexicana, la Posrevolución y después, la ideología de la Reforma, la separación de la iglesia y del Estado.

En 1900, Tablada de 29 años viaja a Japón en donde vivió durante tres meses; leyó los estudios más avanzados, logró internarse en la estética de la poesía oriental, y producir desde allí sus “Poemas sintéticos” y sus “Disociaciones líricas”. Los primeros fueron publicados en 1919 con el título de Un día..., y el segundo poemario, en 1922, con el nombre de El jarro de Flores. Tablada llamaba a sus poemas "haikai" y no "haikú", por la carga cómica del poema sintético. Tablada regresa del exilio convertido en un poeta comprometido por su nación y defensor de la poesía.
Tablada conserva el espíritu del haikú japonés basándose en los principios de su estética, no utiliza la flora y la fauna oriental, sino la latinoamericana. Significando una refuncionalización del haikú.


El Poeta recrea un el diálogo entre la voz poética y el lector, por eso no hace falta explicar todo. El haikú en Tablada comprende la realidad popular en vocabulario sencillo y con caracterizas del modernismo. Aunque el haikú en general puede ser gracioso, Tablada lo resuelve en su esencia como un poema místico. El haikú nipón a grandes rasgos es una respuesta al poeta, él sabrá si ha llegado al espíritu del poema, su esencia primera. El haikú llega rápido, preciso, inagotable, a la espiritualidad que se convierten en palabras.

Tablada introduce ciertas modificaciones en el haikú tradicional que son adoptadas con naturalidad por la mayor parte de autores iberoamericanos, cuales son la introducción de títulos y el uso de la rima, donde, según González de Mendoza, "los poetas mexicanos encuentran la ilimitada riqueza de los asonantes".

El haikú japonés a veces se le anteponte un topónimo, pero generalmente no se pone titulo. Monteverde comenta al respecto:

“Él (Tablada) se tomó, entre otras licencias, al moverse con relativa libertad dentro de tan estrecha pasión. La de anteponer a cada haikú un titulo que aquél no tiene, que vendrá a ser como la solución que encierra el llamado por él haikai” (Monteverde, “José Juan Tablada”. p.101)

La adquisición del latino a la estética nipona fue de manera natural. Este sincretismo se aprecia en las adivinanzas, los acertijos, los refranes. Tablada concibe al haikú como la unión de dos realidades en unas cuantas palabras. No sólo intentó apropiarse del haikú, sino que los trasplantó en sus poemas a su cosmogonía. Logró acercarse al nivel original del haikú nipón y más allá de ello, sistematizó la esencia de dicha estética y creo una nueva en sus Poemas sintéticos:
La araña

Recorriendo su tela
esta luna clarísima
tiene a la araña en vela
(Pacheco,
Antología del Modernismo (1884-1921). p 208)

En este poema sintético de Tablada es de apreciarse la síntesis que caracteriza al haikú nipón, a diferencia del tradicional contiene el titulo “La araña”. A breve análisis la voz poética da por sobrentendido que la araña esta en vela a causa de la luna. Relativamente muy moderno el hecho de humanizar a una araña y darle la capacidad de asombro/descontento a su velar.


Un Mono

El pequeño mono me mira...
¡quisiera decirme
algo que se le olvida!
(Pacheco, p. 209)


Esté Haikú tiene una gran semejanza con el haikú de Shiki (pagina tres), sobre el caracol que observa a la voz poética. Tablada al declarar que es un mono el que esta mirando al enunciador, no sólo esta mirándolo, sino en el segundo renglón específicamente dice: “quisiera decirme”, el Mono tiene capacidad de hablar, y todavía de asombro, el mismo Mono realiza el acto de recordar y memorizar. El haikú dicta que el Mono esta olvidando repentinamente, un Mono igual de humanizado que el caracol de Shiki. La posibilidad de que el Mono es quién se reconoce en el enunciador y no lo contrario, y es en el Mono donde aparece el proceso de recordar el pasado.
Quizás el Mono del poema sintético tiene directa relación Darviniana, el hombre; un ser evolucionado del Mono, y podría ser lógico, dado al carácter científico con el que Tablada tuvo contacto en sus viajes.

Hay Poemas sintéticos donde Tablada va en dirección de la esencia del poema y sobrepasa la forma de la tradición nipona, y no hay duda que presenta un mal haikú o un poema desvariado, ejemplo:


Hojas secas

El jardín está lleno de hojas secas;
nunca vi tantas hojas en sus árboles
verdes, en primavera
(Pacheco, p.207)

Hojas secas, no cumple con la brevedad que el haikú nipón expresa, particularmente para el poeta japonés, es exagerado declarar “está” por el hecho que la enunciación afirma que hay hojas y no hay necesidad de declarar reiteradamente “está”. La forma 11-12-7, tampoco defiende que se traté de un haikú nipón como el de a continuación de Usuda Arô:


“Ki yori ki ni
kayoeru kaze no
haru asaki”


“Leve es la primavera:
sólo el viento que va
de árbol en árbol.” (Antonio Cabezas)

Usuda Arô
(1879-1951)

Es pretencioso afirmar que está comparativa de Hojas secas es semejante con el haikú de Usuda Arô, sin embargo, denotan que no se consuma tal propuesta, no se ratifica como poesía al no contener metáfora ni alguna característica estética y tal parece que sólo es una mala narrativa. Por consiguiente, los poemas sintéticos de Tablada más allá de la forma natural de la tradición oriental, desprenden el afán de experimentación, la renovación formal, la ruptura de tradiciones. Tablada se perfilaba como un poeta de transición sujeto al modernismo, firmemente comprometido la literatura se perfilaba con los grandes cambios que la sociedad experimentaba.
Vivir en el exilio no fue fácil, “El periodo de cuatro años de su exilio coincide con la Primera Guerra Mundial. Los principales ‘ismos’ surgidos por esa época dadaísmo, expresionismo, cubismo, futurismos y surrealismo, son manifestaciones de la interioridad de los hombres, perdidos bajo tales circunstancias.” (Tanabe, p.119)

Es discutible que Tablada en realidad sólo esbozó el camino a seguir de las generaciones que lo precedían, no terminó de solidificar los poemas sintéticos. La tendencia poética que plasmó lo distinguió no como un poeta mexicano japonés, sino el poeta modernista que influenció con su arte poética nipona a la sangre del latinoamericano. “… la hazaña de Tablada consiste en que introdujo audazmente la forma poética japonesa… hasta hacerla florecer en el ambiente mexicano y lograr que fuera asimilada en el ámbito poético hispanoamericano.”(Tanabe p.120)


A manera de conclusión el ejercicio estético oriental con el que Tablada creo una transición entre el modernismo y la vanguardia, fue el vínculo de la literatura oriental y el español, recreando la esencia del entorno americano. “El Japón fue la juventud de Tablada”, se menciona constantemente en los ensayos de su obra, pero el compromiso del poeta tuvo días difíciles en el exilio.


El objetivo original haikú era transcribir un momento especial dentro del mundo natural, procurando en su breve texto la reconstrucción de ese momento especial de la enunciación. “El haikú debe ser escrito en el momento en el que el poeta todavía siente el fulgor de las cosas en su corazón, porque las cosas cambian a cada instante” (Doho, p.104). Tablada continúa en parte con esa fuerza sintética del poema, con la fugacidad de la realidad, sin dejar de lado su visión americana, permitiendo la esencia natural de la metáfora, la fluidez y el dinamismo de los adjetivos, la libertad de la palabra, y sobre todo, la brevedad del instante.

Se reconoce en su obra Poemas sintéticos, que no se apegó a ciertas reglas estilísticas, tampoco lo hizo con la gramática, en su poesía ideográfica; recrea en su espacio lirico la belleza de la naturaleza.

La sociedad mexicana transitaba en épocas llenas de esperanza, Tablada captura la esencia del progreso y orden, experimentando con la poesía instantes precisos. Su exilio a razones de la Revolución Mexicana hace que no tenga el renombre justo, su obra literaria no es tan conocida y sus publicaciones fueron pocas; puede decirse que no logra la valoración que realmente merece.
La metáfora fue condensada en breves líneas pero muy especificas. Tablada es el ser humano, el diplomático y el poeta que encuentra la esencia de la identidad americana en haikú.



Bibliografía


Obra directa

Mata, Rodolfo. Las Vanguardias Literarias Latinoamericanas y la Ciencia; Tablada, Borges, Vallejo y Andrade. ed. UNAM, México. 2003.
Paz, Octavio. Las peras del Olmo. ed. Oveja Negra. México. 1986.
Paz, Octavio. “Modernistas y modernos”, México en la obra de Octavio paz, Generaciones y semblanzas tomo II. ed. FCE. México. 1989.
Pacheco, José Emilio. Antología del Modernismo (1884-1921). ed. UNAM, ERA. México, 1era ed. en dos tomos 1970. 3era ed. en un tomo 1999.
Tanabe, Atsuko. El japonismo de José Juan Tablada. ed. UNAM. México, 1981.

Obra indirecta

Doho, Sanzah. Tres libros. ed. Iwanamishoten. Tokio. 1993
Monteverde, Francisco. “José Juan Tablada”, Revista de la semana. Abril 25, 1971.
Garabato, María Marta. “Sabi lo indefinible”. Ponencia presentada por la autora en las VI Jornadas de L Lengua Japonesa para Hispanohablantes y II Jornada de Cultura Japonesa, realizadas el 24 y 25 de Octubre del 2003, en San Isidro. Pcia de Buenos Aires Argentina por el Instituto Tozai.

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