viernes, enero 25

Hay dos conceptos que he planteado a lo largo del escrito que aun no he vinculado, el Sicario y el postmodernismo. La inquietud de la modernidad y lo moderno, es una palabra que ya existía en el vocabulario desde antes que naciéramos, que por presiones de la sociedad ha exigido y agotado la realidad misma de las cosas. Esto en tanto que la realidad puede ser representada y alcanzada a través del lenguaje, el concepto y la construcción del presente infinito.


Sólo la representación de una realidad es confiable gracias a la intervención del ser humano. Sin embargo, la postmodernidad rechaza dicha cuestión, negando que el presente pueda ser representado con inmediatez. La realidad presupone a la representación.

Dentro de algunos conceptos que cuestiona el postmodernismo, es la trascendencia y la permanencia de las normas. Conceptos como la verdad y justicia, entre otras, parten de que el concepto es producto en si mismos de las relaciones sociales que juzgan. No a una dependencia del proceso gubernamental y judicial, que en pocas palabras, que la justicia atiende sólo a intereses determinados y a un contexto social limitado.


El sujeto postmoderno, se ha desvinculado de la naturaleza. La sociedad jamás fue constituida para fomentar el bien, sino para promover la tolerancia. Hay un ejemplo preciso del filosofo Alemán Arthur Schopenhauer acerca de la sociedad. Imagínense a dos puerco-espines, que en una noche muy fría de invierno quieren darse calor mutuamente, intentan reiteradamente acercarse entre ellos para darse calor, sin embargo sus espinas los lastiman mutuamente y al final, procuran una distancia prudente para no lastimarse. Esa distancia prudente nunca le dará el calor que necesita para abrigarse y sin embargo su insistencia puede lastimarlo. La tolerancia también es una apariencia.

La sociedad ha creado microsociedades que coexisten en aparente armonía, hablando en términos sociológicos, en tanto a la convivencia de todas ellas bajo una normativa geográfica. Pero no fue hasta el siglo pasado cuando la aparente armonía se violentó, dio paso a la verdadera razón de estas microsociedades y con llevó a la realidad que hoy tenemos.

El Sicario resuelve la ecuación de dicho sujeto y representación del postmodernismo en la sociedad actual.

Le seguimos mañana..

2 comentarios:

nacho dijo...

Eits, man, your a narrator, what a fuck!!!

perfumes y tolvaneras de Hermosillo...

nacho m.

lunilla dijo...

siempre sorprendiendonos besos
amigo
Blue