sábado, junio 2

El Otro Canon...

Introducción

Se comienza otro siglo, y lo menciono fríamente porque siete años no es nada. La literatura no es solamente un conocimiento que se lleva en la escuela, para después de viejos recordar que leímos fragmentos del Quijote y unas poesías de Neruda para enamorar a las chicas. La literatura es necesaria en la formación del individuo, ya que el contexto formativo en la enseñanza es esencial. En ese sentido, la literatura es una opción fundamental para la formación integral en la enseñanza media superior. El conocimiento, las formas y el discurso. Todas estas forman logran en el individuo su propia postura frente el mundo.

La construcción de identidad que proporciona el discurso literario ha tenido costos muy altos, cuántas épocas sucedieron para tener en las manos cada obra clásica de la literatura. Sin embargo sin la literatura es difícil imaginar lo complejo del hombre frente a su realidad, la historia no podrá llenar esos huecos que desprenden sus personajes. La historia es una novela mal narrada.

A raíz del gran trabajo de nuestros escritores de ayeres, se consideró abreviar la cantidad de libros y reconocer las obras más representativas de su época, que lograrían en pocas páginas (relativamente hablando) revelar no solamente un conocimiento estético, sino el proyecto de vida y reconocimiento de realidades esperadas y vividas.

Con lo anterior, es pertinente reconocer que el Canon más que un modelo a seguir, es un fragmento de realidad vivida, donde es visible un proceso individual y contexto histórico del autor.

El origen e importancia del Canon

El término Canon proviene del griego Kanwn. Con orígenes en las lenguas semitas donde originalmente significaba caña; se refería a todo aquello que se puede ajustar para enrollar o medir. Pero no fue hasta el siglo V aC, cuando ya es integrado en las artes por Policleto. Después se abriría un cauce hacia la literatura en el Siglo III aC. con los cánones alejandrinos.

El canon es un eslabón básico en la literatura, su carácter de preservación y de formación, van más allá de “me gustó el libro”. Es una referencia obligada y un marco teórico para la investigación literaria. Produciendo en el individuo una cultura universal. El lector interactúa con elementos de la realidad irreconocibles por la rutina, con ello no sólo adquiere conocimientos teóricos, el lector produce un desdoblamiento en su propia realidad, tomando conciencia de su entorno; dirigiéndose siempre a ser un mejor individuo.

El Canon en la formación escolar

Sabido es que, la literatura en general crea una realidad mediante la riqueza del lenguaje, generando de este modo, el boom de realidades donde entra el juego de ficción y realidad. Brindando al lector nuevas experiencias que van desde el aspecto cognoscitivo hasta el sensorial.
La literatura no es un libro en el brazo, ni los libros en el librero. Es un clavel que se enraíza en la vida. Muy bien sembrado, dura para siempre su aroma. En la literatura radica las dimensiones humanas más complejas y sencillas, el canon captura lo esencial de esas etapas históricas de la literatura.
Son textos literarios que resumen de buena manera lo que se necesita conocer de dicho período o corriente literaria. Es la representación puntual de la tradición que ha ganado un lugar prestigiado por muchos años. El canon es importante en la formación educativa por el acercamiento fiel de la realidad humano-social de la época, que otros textos contemporáneos a la obra no consiguen.

La vigencia del Canon en la formación escolar
El autor cuando escribe piensa en un lector específico para su obra, la lectura es el vínculo que rompe el tiempo, el espacio y hasta la barrera idiomática. No obstante, el autor de obras canónicas tenía contemplado un lector contemporáneo.

El canon, mencionado anteriormente, es un modelo que simplificara la materia de literatura, porque se asume que es una obra representativa de la corriente literaria o del autor. Empero el estudiante de actual en su mayoría no tiene la competencia lingüística y literaria para acercarse al texto.

La impartición de la materia de literatura en lugar de estar beneficiada por el Canon, se ve afectada por el lector escolar. Cuando en su momento cada obra había sido un best seller de la época, para el alumno actual son sólo los libros empolvados y “viejos”.

La vigencia del Canon en la formación educativa, específicamente en la materia de Literatura, es frágil. Esto abre la pauta a reformar ciertas formas tradicionales en la enseñanza del canon. Crear otro tipo de actividades que aproximen al estudiante, y sobre todo, crear en el alumno la competencia literaria que proveerá los instrumentos para vincular las obras del Canon con su realidad vivencial.

La competencia literaria actual

Recientemente la literatura comercial se ha dirigido a un grupo de lectores casi desapercibido, niños y jóvenes. La saga de Harry Potter, Crónicas de Narnia entre otras, han abarrotado los stands de ventas de casi todo el mundo.
Sólo por mencionarlo el último libro de la escritora inglesa J. K. Rowling, Harry Potter Half-Blood Prince fue de 6.9 millones de ejemplares en sus primeras veinticuatro horas, en un promedio de 250.000 ejemplares por hora.
Esta reciente ola de libros no es un enemigo. Es notorio el interés de los jóvenes y niños por este tipo de libros, no debemos carga tan grande peto de orgullo y negarnos la oportunidad de creer que hay lectores potenciales.

La competencia literaria que existe en los estudiantes de preparatoria y de estudiantes más jóvenes, asciende a un nivel de ficción y un lenguaje practico. El cine ha beneficiado de gran manera estas lecturas, las imágenes, la música, la mercadotecnia. La situación no está fuera de nuestro alcance, hay lectores sólo es cuestión de que índice temático de la materia se abra a otro tipo de Canon.

El Canon formativo

Compartiendo con la idea de Antonio Mendoza en su texto El Canon formativo y la educación lecto-literaria, considero que es de gran importancia establecer un Canon para la enseñanza de la literatura. La renovación del Canon tradicional por un Canon escolar es inminente, hay que abrir espacios en la asignatura e integrar textos vigentes. No se intenta alejar a los grandes clásicos, sino que, por medio de lecturas no canónicas el estudiante adquiera de manera gradual el interés por la lectura, así mismo competencia literaria y finalmente la capacidad de leer el Canon.

No es un proyecto imposible; acercar al estudiante al Canon tradicional por medio de libros de Harry Potter no es irreverente. El estudiante irá conociendo paulatinamente los aspectos esenciales de la teoría narrativa, tendrá la capacidad de debatir sus puntos de vista, y sobre todo tendrá la oportunidad de enfrentarse a la literatura.
Como resultado de esta actividad, el acercamiento del estudiante después de enfrentarse con textos de su agrado, apreciará las obras del Canon tradicional con desenfado y con un hábito de lectura atractivo.

Conclusión

Para finalizar, la literatura tiene una función moral y ética y su enseñanza es necesaria. Canónicas no tienen punto final, sus temas son vigentes y lo denotan cada una de las investigaciones publicadas y presentadas en los foros de literatura.
El individuo como un ser perfeccionando siempre quizá vaya creando nuevas formas literarias, cuyos temas los griegos ni imaginaron. Pero siempre el hombre regresa al pasado a encontrarse con el mismo. Un devenir de identidades, buscando las respuestas que la realidad no ofrece. En ese sentido, el Canon es una ventana a ese proceso de identidad.
El rescate del Canon tradicional es significativo y la actitud del maestro debe ser dispuesta, motivando al grupo a tomar distintas actividades y textos atractivos; colocando dentro del plan de trabajo fragmentos de libros no canónicos son vías para interés del estudiante. Perdemos no intentarlo.




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